Por un Martos mejor 

A los pocos meses de la creación del grupo, comenzaron a aparecer en el mismo fotos y quejas ciudadanas por las emisiones que a diario realizaba la orujera Lamarca y que sumían a nuestro pueblo en una densa humareda y malos olores, nadie de manera oficial contestaba nuestras quejas. Poco a poco varios expertos del grupo y personas interesadas comenzaron a instruirse en este tema para tener conocimientos que nos permitieran llevar adelante nuestra protesta.

Se llegó así a un pleno del Ayuntamiento, en el que a instancias de IU (único partido que movió el asunto) pudimos saber que en mediciones efectuadas por Medio Ambiente, las emisiones de sustancias peligrosas (benzopirenos) traspasaban en un 30% lo permitido.

Más adelante supimos que esas mediciones se hicieron en una fecha en la que la orujera llevaba doce días sin funcionar. Entonces se dispararon todas las alarmas y empezamos una campaña más seria bajo el lema  "Queremos saber qué respiramos"...Lema que se colgó en carteles por la población.

Ya era imparable nuestra actuación aunque los responsables políticos seguían en actitud pasiva, hasta que decidimos enviar quejas al Defensor del pueblo Andaluz, que abrió queja de oficio, recabó para que Medio Ambiente instara a la empresa a reducir sus emisiones al 50% y dejar de emitir cuando los vientos se dirigieran a la población.

Más recientemente Medio Ambiente realiza mediciones cuyo resultado esperamos, si bien, en visita que realizaron los administradores del grupo se consiguió la promesa del alcalde de que en caso de no quedar satisfechos con los informes de medición de la Junta,  se encargase a empresa privada otro informe para cotejar sus resultados y tener idea clara de en cuanto se traspasan las emisiones según la normativa actual.

En el curso de nuestras investigaciones hemos tenido conocimiento de las subvenciones millonarias recibidas por la empresa para la mejora de filtros, balsas e instalaciones sin que tengamos constancia de que se hayan realizado. Asismismo, sabemos el agravio comparativo que esta sufriendo otra empresa, que cumpliendo los requisitos de distancia y sistemas más modernos pretende instalarse en Martos,  lo que nos lleva a pensar que la actual orujera esta "sobreprotegida" desde los poderes públicos. A día de la fecha (01-10-14) esta es la situación, a la espera de esos informes y de las posibles mediciones adicionales que se puedan hacer. El malestar de la población continua y se tiene la certeza de que la atmósfera marteña está contaminada, de ahí el repunte conocido de enfermedades respiratorias y cancerígenas del que se tiene conocimiento, aunque nó datos oficiales. La lucha continua porque "queremos saber qué respiramos" y qué respiran también los trabajadores de esa empresa a los que siempre hemos defendido.